Si te propones construir un robot submarino que sea rápido, maniobrable y versátil, ¿por qué no copiar lo que ya funciona en el mundo natural? Eso es exactamente lo que ha hecho la empresa Beatbot con su RoboTurtle, roboturtle tortuga marina robótica, un anfibio de inspiración biológica.
Presentado en forma de prototipo en enero durante la feria tecnológica CES 2025 de Las Vegas, el robot autónomo está diseñado para aplicaciones que incluyen investigación ecológica, monitoreo ambiental y respuesta ante desastres.
Como tal, puede equiparse con hardware como una unidad de muestreo de agua, un módulo GPS, sensores ultrasónicos y cámaras con inteligencia artificial (IA). Estas últimas, según se informa, le permiten a la tortuga robótica percibir y reaccionar ante los cambios en su entorno, y rastrear (o seguir) de forma autónoma a los animales marinos.
Como la RoboTurtle nada moviendo silenciosamente sus patas biónicas con múltiples articulaciones, sus diseñadores esperan que debería ser menos perjudicial para la vida silvestre que los robots de aspecto antinatural con hélices. Además, cuenta con un sistema de control de flotabilidad que le permite subir y bajar dentro de la columna de agua y flotar en la superficie.
¿Cómo obtiene la RoboTurtle su energía?
Cuando flota, el robot puede recargar su batería a través de paneles solares en su espalda, además de poder transmitir datos registrados y recibir instrucciones actualizadas de la misión vía satélite.
Las patas motorizadas de la RoboTurtle le permiten salir del agua y arrastrarse por las playas, aunque probablemente no batió ningún récord de velocidad al hacerlo, ni se espera que lo haga.
Si bien es cierto que aún no se han publicado especificaciones precisas de rendimiento, un representante de Beatbot comentó que el robot tiene una velocidad de nado cercana a la de una tortuga marina real, y que posiblemente podría nadar todo el día si tomara descansos periódicos para cargarse con energía solar.
La empresa tecnológica de origen chino, fundada en 2022 y que es más conocida por sus robots de limpieza de piscinas, tiene previsto producir comercialmente el Amphibious RoboTurtle. Su tamaño y sus capacidades se adaptarán al uso que le dé cada cliente, según fuentes.
Dicho esto, es probable que no sea la única tortuga robótica en el mar. Los equipos de la ETH Zurich, el proyecto ARROWS y la Universidad Nacional de Singapur están desarrollando sus propios robots-tortuga nadadores.
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