El metaverso ya no es una fantasía futurista, es un próspero mercado digital donde las personas socializan, juegan, compran a través de avatares y en el que los consumidores gastan grandes cantidades de dinero en bienes virtuales.
¿Pero qué lleva a una persona a elegir un producto en lugar de otro en este mundo intangible?
Un grupo de investigadores descubrió que los consumidores son significativamente más proclives a buscar productos únicos en el metaverso. Sus estudios mostraron que, al comprar bienes virtuales, las personas se preocupan menos por las opciones populares y más por lo que refleja sus gustos personales.
Los investigadores pusieron la lupa a un caso real: analizaron zapatillas Nike Air Force 1, tanto físicas como digitales, y descubrieron que la singularidad impulsaba los precios en el metaverso, mas no en el mundo físico.
Esto sugirió que los consumidores virtuales valoran más destacar que integrarse.
¿Por qué la singularidad le importa más a los consumidores en el metaverso?
El siguiente paso fue explorar por qué el metaverso parece impulsar a las personas hacia la singularidad.
Mediante múltiples experimentos se descubrió que las diferencias de producto en el metaverso se perciben como más subjetivas. Sin la posibilidad de tocar, probar o comparar características físicas, los consumidores se basan más en las preferencias personales que en la calidad objetiva.
En un experimento, los participantes tuvieron que elegir entre dos morrales: una popular y otra promocionada como única. Al comprar para sí mismos en el mundo real, muchos eligieron la opción popular. Pero al comprar para su avatar en el metaverso, más participantes escogieron el diseño único.
En otros experimentos con camisetas y lentes de sol, los investigadores observaron de nuevo que los consumidores mostraban una mayor preferencia por opciones más exclusivas en entornos virtuales como el metaverso.
Este comportamiento no se debía al anonimato, el miedo al juicio ni la estimulación sensorial, sino a la subjetividad percibida de las diferenciaciones de los productos.
Sin embargo, el efecto de la singularidad tiene un límite. En casos donde las diferencias entre productos eran claramente objetivas, como la potencia del motor o la velocidad de los automóviles, los consumidores del metaverso eran menos propensos a priorizar la singularidad.
Esto sugiere que cuando existe una opción claramente «mejor» basada en hechos, los consumidores recurren a una toma de decisiones más convencional, incluso en entornos virtuales.
Aun así, cuando las diferencias se basan en gustos personales, como el color o el diseño, los compradores en el metaverso tienden a destacar. Esta es una perspectiva crucial para los profesionales del marketing que podrían asumir que las estrategias del mundo físico se aplicarán igualmente en los espacios virtuales.
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