Hoxo, un robot humanoide desarrollado por Capgemini y Orano, está operando en una planta de reciclaje de combustible nuclear de Francia para así evitar que los humanos se expongan a los altos niveles de radiación.
El nuevo robot está diseñado específicamente para acceder a aquellas zonas de alto riesgo dentro de las centrales nucleares. Es decir, en aquellos lugares donde, incluso, los técnicos más experimentados, preferirían no acercarse.
Para países altamente dependientes de la energía atómica, como Francia, donde más del 60% de la electricidad se genera en sus centrales nucleares, la seguridad va mucho más allá de una simple idea.
¿Cómo es Hoxo, el robot humanoide que opera en una planta de reciclaje de combustible nuclear en Francia?
Actualmente, Hoxo está en fase de pruebas dentro de la planta Orano Melox, en el departamento de Gard. Por ahora, la máquina está realizando tareas de mantenimiento y manipulación de materiales sensibles.
Su misión es clara: ayudar a reducir la exposición humana en zonas de riesgo. Es decir, la presencia del robot hará que las personas no tengan que exponerse a lugares donde un descuido, un error o una simple acumulación de dosis puede tener consecuencias mayores.
La tecnología del robot está basada en tres factores principales: inteligencia artificial avanzada, gemelos digitales y visión por ordenador. Este sistema fue desarrollado por el AI Robotics & Experiences Lab de Capgemini.
Estos elementos le permiten al robot interpretar en tiempo real lo que ocurre en su entorno, identificar situaciones de riesgos y navegar con autonomía. Asimismo, puede interactuar con herramientas y paneles reales y hacerlo de manera precisa.
Melox, donde opera el robot, es una planta fundamental para el reciclaje de residuos nucleares. Por tal motivo, las labores de mantenimiento son bastante complejas y delicadas para los trabajadores.
Generalmente, estas tareas obligan al personal a entrar en zonas donde, si bien la radiación está controlada, sigue siendo detectable. Además, ciertas operaciones exigen una precisión milimétrica al manipular objetos.
Estos se debe a que son piezas que poseen características especiales, ya sea por su alta temperatura, peso o composición química. En este punto y escenario de alto riesgo es donde entra en acción Hoxo.
Así pues, el robot tiene la capacidad de usar las herramientas, abrir paneles, transportar cargas medianas o realizar tareas repetitivas. Todo esto sin tener riesgo biológico ni cansarse.
Colaboración máquina – humanos
El director de innovación de Capgemini, Pascal Brier, destacó que con la integración de la máquina en las centrales nucleares se está “redefiniendo la colaboración entre humanos y máquinas en entornos sensibles”.
Por su parte, la vicepresidenta ejecutiva de innovación en Capgemini, Cara Antoine, destacó que el objetivo es proteger al personal humano, no sustituirlo. “Este no es un simple logro tecnológico. Es un nuevo estándar de seguridad y rendimiento operativo para la industria nuclear”, dijo.
De esta manera, el robot humanoide Hoxo podría marcar el inicio de una tendencia en Francia de introducir más robots en las centrales nucleares y así minimizar el riesgo de los humanos al exponerse a estas zonas de radiación.
Información de Gizmodo en español / redacción Mente Digital
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